domingo, abril 03, 2005

put your head on my shoulder

este domingo extraño de otoño, con sol
me he despertado fatigado, inconsciente, a la una de la tarde
intentando no pensar un poco en todo esto,
un montón de asuntos todavía pendientes en mi cabeza.
después de un fin de semana de locos (ayer por la tarde
murió el Papa) y después de haber inhalado pintura
me sigo preguntando dónde estás (no quiero salir a buscarte por
esta ciudad incolora) y me gustaría compartir tantas cosas, tantas ideas,
con tantas personas, pero no valen la pena. Comencemos de nuevo.
este domingo extraño de otoño, por la tarde
me pregunto si los Beach Boys habrán soñado, si la canción Put your head
on my shoulder fue cantada pensando en mí (me refiero al disco
Pet Sonuds) que nada más sintoniza la afonía en mi cabeza
y piensa como un loco.
este domingo de otoño, ya sin sol
(me refiero al sol que inunda mi cabeza) este domingo, ya
en el que muero de ganas de una iluminación
me refugio en un jardín inexistente, a contemplar al gato
que colgado en una rama (una rama, que por lo demás, está
a punto de quebrarse) y dice que la vida, que el sol, que Bob Dylan
y yo intento no llorar.
este domingo refugiado en un lugar inapropiado
hago las pausas, inútiles
ante una cabellera extraña (y me pregunto si
llamarás, si alguien vendrá a recogerme)
este poema quiero salvarlo como
todos los demás
dime: ¿sabías que eres una puta?